De La Redacción |
No se puede pensar sin palabras. No es posible analizar y reflexionar en el vacío, de hecho cada época histórica propone sus propias condiciones de ética y de verdad que constituyen qué discurso es aceptable y cuál no. Esta es la idea central del libro de Michael Foucault “Las palabras y las cosas” y es descriptvo de nuestro campo de trabajo.
Las condiciones en que se informa (no sólo el discurso y el soporte) cambian a través del tiempo, antes analizábamos la masividad, hoy la viralidad; antes un artículo de autor reconocido era una verdad revelada, ahora la opinión se construye con la oferta de múltiples fuentes, la experiencia del lector y el contexto.
El cambio de paradigma de la comunicación -omnidireccional, interactiva y superadora- fortalece a las audiencias, y a la vez sustenta un fenómeno espontáneo, que defiende aquel periodismo tradicional, el de preferir el periodismo por sobre la propaganda travestida de periodismo. El periodismo sigue siendo publicar lo que alguien no quiere que sea publicado, especialmente si ese “algo” afecta el bienestar público, y en ese sentido, los medios acólitos al poder resultan poco atractivos para la audiencia y no marcan agenda.
Los hechos vienen perdiendo importancia en sí mismos, son “fugaces” como el ritmo de las noticias, y “las tribunas” y “las plumas” no son lo que eran.
En los últimos años en Argentina, la estrategia oficial es que haya muchos medios pequeños, “muchas voces” aunque en un Estado principal proveedor de pauta publicitaria, esos nuevos medios representan voces dependientes de la pauta oficial y por ende, débiles para hablar fuerte.
El periodismo más crítico atacó al Gobierno, el Gobierno dijo que la mentira estaba instalada en los diarios, y de esa puja de intereses ambos lograron ocupar un mismo lugar: el de sospecha. Qué sigue ahora?
Todo sigue tratándose del “Ser Hablado”, del discurso como constructor de nuevas realidades y la posibilidad humana de conocimiento dinámico, exigente, veloz. Nunca fue más concreta que ahora, la relación entre las palabras y las cosas.